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Ago 11
Última actualización el 22 de Septiembre de 2011

qué visitar

Chios, la isla de tierra volcánica al norte del mar Egeo, le ofrece un sinfín de posibilidades; veamos algunas. Mientras que la parte norte es un terreno montañoso y árido, la parte sur es una colorida alfombra de árboles frutales, almendros, olivos, parras e incontables árboles de mastic. Éste es el árbol más característico de la isla y de su fruto la isla produce de forma exclusiva productos famosos en todo el mundo como la goma de mascar de mastic y un licor único que se sirve como aperitivo.

La capital de la isla, Chios, se extiende desde su fundación en una llanura estrecha rodeada de bajas colinas justo enfrente de la costa de Asia Menor. Hoy en día es una ciudad con una gran actividad económica y social, con edificios bastante nuevos de varias plantas. Sin embargo, todavía puede sentirse el sabor de la antigua ciudad gracias a que se mantienen en muy buenas condiciones grandes fragmentos de la fortaleza genovesa de estilo bizantino del siglo x y varias de sus casas del periodo Otomano. En la entrada principal y el muro oeste pueden verse algunos signos y emblemas occidentales, y se conservan algunas partes de la zanja de 60 metros de ancho que rodeaba la fortaleza. Fuera, en la plaza central de Vounkai, cabe destacar el Museo Bizantino que alberga la mezquita y el Museo Arqueológico situado en un edificio nuevo cerca del puerto.

 

Una vez visitada la capital, merece la pena hacer excursiones a alguno de los otros pueblos de la isla, como por ejemplo Karyes. A diez kilómetros de ahí se yergue Nea Moni, un monasterio del siglo xi con unos mosaicos espectaculares, unos de los más bonitos de Grecia junto con los de Dafnonas y Osiou Loukas.

Por otro lado, en la parte sur de la isla no se pueden olvidar pueblos como Mesta, Olympi y Pirgi, en el centro de Mastichochoria. El rasgo más característico de estos pueblos es su estructura defensiva, típica de los pueblos de la isla, con las casas conectadas entre si de manera que forman un muro con sus paredes. Además, las casas de Pyrgi exhiben grabados de dibujos en una interesante combinación de grises y blancos. En el centro del pueblo, en una plaza en la que mueren varias calles, se encuentra la iglesia de Aghioi Apostoli, habilidosamente decorada con murales. A unos kilómetros del pueblo, en la costa sur de la isla, en Kato Fana, yacen las ruinas de Apolo. En Emborios, por otra parte, medio escondidas debajo del mar, pueden visitarse algunos restos de un importante centro comercial de la Edad de Bronce. La playa del pueblo, de guijarros negros, es perfecta para nadar.

 

La carretera que se dirige hacia el norte pasa por Vrontados, un municipio de villas adineradas. Algo apartada del centro vemos la enorme roca histórica de Daskalopetra, desde donde Homero impartió sus clases. Finalmente, continuando por la misma carretera, es imprescindible parar en alguna de las tabernas de la costa para probar las especialidades locales, las mezedes, y tomar un vasito del aromático ouzo.